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Los Secretos de las Camelias

Rosas blancas

Era viernes. Un viernes soleado y caluroso de septiembre, pero yo tenía frío. Sentía el escozor en los brazos, causa del bello erizado. Me había quedado helada en el sitio contemplando la imagen. Blanco. Un pequeño ramo de rosas blancas enganchado a la valla. Los coches pasaban por la calle a toda velocidad pitando y soltando humo, pero yo no veía nada más que el ramo. No había nada alrededor que me diera una simple pista sobre la razón del ramo. No había cristales rotos x el suelo ni tampoco ninguna mancha de sangre, que macabramente pudiera ayudarme. Sólo estaban las cuatro rosas blancas atadas a la valla. La imagen me había dejado helada pero no sabía muy bien por qué. Quizás la sencillez del ramo, recordando a quien se había ido, me había dejado caer de bruces a la realidad. Seguí mi camino todavía con la sensación de frío corriendo por mi espalda. Tenía que averiguarlo.

Todos los días por la mañana miraba la valla y el ramo seguía allí, consumiéndose lentamente, hasta que llegado el domingo las rosas ya no eran blancas sino de un color parduzco marchito. Hasta los recuerdos se marchitaban.

El lunes el ramo volvía a estar allí, fresco y nuevo como la primera vez, haciéndome ver que me equivocaba y que ese recuerdo no se había marchitado. Desde entonces no pensé en otra cosa. Contaban los días de la semana que quedaban para que fuera de nuevo domingo. Cuando por fin llegó la fecha señalada hice algo que muchos considerarían de estúpido. Pasé casi toda la noche en vela, esperando la hora, y cuando llegaron las tres de la madrugada del lunes salí de casa para dirigirme a aquel punto. Había consultado los periódicos de las semanas anteriores y había revisado noticia tras noticia hasta encontrar lo que buscaba. Un joven murió en un accidente de moto hacía dos semanas en ese punto. El periódico mencionaba que había sido a las cuatro de la mañana y que había sido atropellado por un conductor borracho. Sabía que quien quiera que estuviera poniendo las flores estaría este lunes allí a las cuatro de la mañana. Llegué con tiempo y me senté en un banco a esperar. Las calles estaban vacías a aquellas horas, ni siquiera pasaban coches. El brillo anaranjado de las farolas teñía el ambiente de calidez artificial. Oí unos pasos y me puse en pie. Cierto era que yo esperaba a alguien, pero esos pasos podían pertenecer a otra persona que viniera con peores intenciones. Una figura oscura y achaparrada giró la esquina. Su pelo blanco brilló bajo la luz de las farolas. Llevaba un pequeño ramo de rosas blancas que contrastaba con lo oscuro de las vestiduras. Me quedé allí quieta un segundo observándola con fascinación. Desato con paciencia y cuidado el ramo mustio y con la misma tranquilidad ató el ramo nuevo. Di un paso al frente y ella se giró para mirarme. Estábamos lo bastante cerca como para que yo advirtiera la delgadez de su rostro y las profundas ojeras bajo sus ojos oscuros. Me acerqué despacio a ella. Era muy pequeña, de la altura de una niña, pero sus arrugas y sus ojos denotaban años de sabiduría y dolor. Puse la mano en su hombro y rebusqué en mi mente todo lo que había pensado decirle, pero no encontré nada:

 

-         Lo siento mucho-

 

Eso fue todo lo que pude decir. Me sentía realmente estúpida. Sin embargo ella sonrió levemente y acarició mi mano. El tacto rugoso de su mano y la terrible compasión que apareció de pronto en sus ojos, llegaron al fondo de mi conciencia haciendo que las lagrimas comenzaran a caer a raudales. Sin decir nada sacó un pañuelo del bolso y me lo dio. Después sin haber cruzado una palabra si quiera conmigo se dio la vuelta y se marchó. Yo me quedé allí llorando, Aquella mujer no me había hablado si quiera, pero con su gesto me había abierto un poco más los ojos al mundo y su crueldad. Nunca olvidaría ese encuentro.

 

2 comentarios

lore -

hola wapa!!!
joo es una historiaa mas tristee..pero siguee siendoo una incleiblee historiaa jeje siguee asii wapaa

Nuria -

hola guapisimaaaa
bueno, me parece q tu blog es muy interesante, ya te robaré alguna historia para colgarla en mi blog, q hay algunas muy buenas
cuando ponga alguna te aviso, ok???

besitossss