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Los Secretos de las Camelias

El diario de Marcos

El Diario de Marcos: 6 de febrero Final

Cuando me citó en la casa de campo lo primero que pensé fue en putas y en conciertos de rock. Lo de las putas tenía sentido, en plan recordar nuestro primer encuentro, pero lo otro no me encajaba para nada. Y desde luego lo que me encajaba todavía menos era esa carpa gigante. Había carteles por todas partes anunciando Barekai, pero no tengo ni la más mínima idea de lo que es. Y cuando vi un cartel enorme que ponía : Cirque du Solei, os juro que no entendía nada de nada. ¿Me había citado en el circo?. En fin, le gustarían mucho los payasos. No os hagáis la idea equivocada, todavía no me he recuperado del sábado pasado, pero he decidido( después de pasarme la semana entera auto compadeciéndome) que tengo que llevar esta cita lo mejor que pueda y despedirme de ella de la mejor manera posible. Al fin y al cabo una relación tan extraña como la nuestra, no tendría mucho futuro ¿verdad?. La mujer que está en la entrada recogiendo los billetes, abre mucho los ojos al ver mi pase VIP y luego sonríe de oreja a oreja y parece que me ha reconocido, aunque ella a mi no me suena de nada. El caso es que llama a otra chica que andaba rondando por allí le enseña mi pase y le susurra al oído. La chica abre mucho los ojos también y luego suelta una risita nerviosa. Esto es de lo más raaaaaro:

- Por favor, señor, podría acompañarme a su asiento. Su acompañante estará allí en un momento-

¿Acompañante?¿Se refiere a Olga? ¿Como es que a esta chica le parece tan divertido verme? Bueno, la gente que trabaja en el circo tiene fama de estar un poco loca, pero esto...esto es demasiado raro.

Al final la chica me deja en un asiento que está casi pegado al escenario. Es un escenario flipante. El suelo brilla como si fuera agua y al fondo se ven algunas varas metálicas que parecen hierbajos. Entonces se apaga la luz. El asiento a mi lado sigue vacio. Pronto en el escenario comienzan a aparecer personas disfrazadas. Parecen animales, es algo increíble.
Cuando todos los personajes han desaparecido de nuevo y la luz vuelve a encenderse me doy cuenta de que hay alguien a mi lado. No es Olga, pero se le parece mucho. Es una mujer mayor, ya con el pelo lleno de canas, con los ojos grandes y verdes que me miran sin pestañear:

- ¿Eres Marcos verdad?- se nota su acento extranjero arrastrando las eres más de la cuenta
- Si, soy yo- no puedo evitar tragar saliva, esa mujer parece que me está leyendo el pensamiento
- Mi nombre es Nadia, soy la madre de Olga- me tiende una mano huesuda y llena de venas- encantada de conocerte-
- si, yo esto...igualmente. Creía que había quedado con su hija...-
- Si, así es, ella vendrá luego- sonríe- yo sólo quería conocerte - me da escalofríos esa sonrisa, parece la de una pantera ante su pobre presa.
- Pues esto...ha sido un placer- dios, quiero que se vaya ya o que se apaguen las luces, lo que sea con tal de que se vaya.
- Si la quieres lo suficiente quizás ella se quede-
-¡¿cómo?!- creo que no la he entendido bien...
- He dicho que si la quieres lo suficiente ella se quedará, pero aquí no valen medias tintas, todo o nada Marcos, esa es tu elección- y se marcha

No he entendido nada de lo que ha dicho. ¿Olga se quedará si yo la quiero? Pero por el amor de Dios, si ya la quiero, tanto que me duele pensar en ella. Daría lo que fuera por que se quedara y poder enseñarle más sitios. Pero no sé nada de ella, siempre tan misteriosa, con su trabajo, con su familia...

Estaba tan metido en mis pensamientos que no me había dado cuenta de que las luces se habían apagado de nuevo y que el espectáculo continuaba. Todo el mundo estaba callado, como manteniendo la respiración, y cuando miré al escenario entendí por que. Descolgándose desde el techo, iluminada por una luz blanca brillante, descendía una figura pequeñita. Era un ángel. Movía sus alas lentamente mientras descendía colgado del arnés. La imagen dejaba sin respiración. Cuando llego al suelo y soltó las alas, fue mi corazón el que dejó de latir. Primero fue el pelo rojo fuego trenzado, luego la piel blanca transparente y luego los enormes ojos verdes. Olga estaba allí de pie en el escenario, convertida en el ángel más bonito que yo haya visto jamás. Por un momento nuestras miradas se encontraron y solo por un instante me pareció que sonreía. Luego soltó el arnés de su cintura, y se agarró a una red blanca que había bajado del techo. En los siguientes quince minutos creo que se me olvidó como respirar.
Olga se agarraba y se soltaba de la red, colgado a unos cuatro metros sobre el suelo. Volando por encima de nuestras cabezas y haciendo movimientos que yo creía imposibles. Era flexible, ágil y perfecta. Era imposible quitar los ojos de ella mientras realizaba su numero de acrobacias aéreas. La trenza ondulaba de un lado a otro como siguiendo sus movimientos y el traje blanco brillante adornado con cristalitos, la hacían parecer un ser de otro mundo. Un ángel de verdad. Si todavía quedaba algo de mi que no estaba colado por ella hasta los huesos, estoy seguro de que cayó en ese momento.


El espectáculo duró más de dos horas y en todo ese tiempo no pude apartar mis ojos de ella. El espectáculo contaba la historia de un ángel caído del cielo, al que ayudaban hadas, trasgos y duendes a volar de nuevo y volver al cielo. Era magnífico. Todos se movían y doblaban como si fueran de goma y algunos incluso volaban de una plataforma a otra. Pero ella ... Ella era la joya de la corona. Tan blanca y resplandeciente los demás seres no podían evitar adorarla. Y yo tampoco. En todo ese tiempo nuestras miradas apenas se cruzaron un par de veces, pero yo sabía que ella sabia que yo estaba allí. Y yo solo quería saltar al escenario y decirla que la quería, pero mis piernas se negaban a moverse. Esto explicaba muchas cosas. El circo, claro. Desde luego no pasaba mucho tiempo en cada ciudad. Posiblemente nacería en el circo. Este es su mundo. Y estoy seguro que esa pantera que tiene por madre también trabajaba en el circo. Por eso no puede quedarse...el espectáculo debe continuar.
La misma chica que antes me llevó a mi asiento ahora me saca de mis pensamientos carraspeando a mi espalda:

- Señor, su pase VIP, le permite un paseo por el backstage, le gustaría ir-¡Pues claro que quiero ir!¡Tengo que verla!

Cuando entro en el backstage todo el mundo se me queda mirando. Están todos quitándose los llamativos trajes y tomándose algo, pero todos se paran al verme entrar. Es como si todos me conocieran. Nadia, la mujer gato- madre de Olga, aparece desde una esquina:

- Gracias Nuria, ya me encargo yo- la chica me sonríe una vez más y luego desaparece detrás de una cortina. La mujer gato me mira con impaciencia- Vamos Marcos, sígueme-

Después de meterme por unos laberínticos pasillos por los que no me veo capaz de volver, me deja ante la puerta de un camerino:

- Bueno chico, ahora es todo cosa tuya, te aconsejo que no la fastidies- parece que se va a ir pero se vuelve y me amenaza con el dedo- y recuerda, por si se te ocurre hacerla llorar, que la caída desde la cúpula el escenario es más de cuatro metros- dios, eso si que es una amenaza.

Con los huevos todavía de corbata por la amenaza llamo a la puerta. La voz de Olga me invita a pasar desde dentro. Me esta esperando. Está sentada en una butaca con una bata blanca puesta y el maquillaje del espectáculo. Sus ojos verdes brillan mucho más de lo habitual:

- Ahora lo entiendes ¿no? Esto es lo que soy, por eso no podemos estar juntos- se levanta y empieza a dar vueltas por la habitación- Mañana salimos hacia Bilbao, luego Barcelona, Paris...por todo el mundo- me mira pero soy incapaz de decir nada- No podía contártelo, mi madre me lo prohibió. Es muy importante que mantengamos nuestra intimidad- coge el bolso y me lo lanza- Los mensajes eran siempre mensajes para ensayar, practicar, hacer ejercicio- Se vuelve a sentar y me mira directamente- Esta es mi vida y no va a cambiar. Lo siento no podemos estar juntos-

Es como si me hubieran atravesado el corazón con una estaca. La miro a los ojos de nuevo. Están brillantes si, pero no es por culpa del ejercicio ni del maquillaje. Ahora que me fijo las manchas blancas que rodean sus ojos están difuminadas y sus ojos están muy rojos. Ha estado llorando. Realmente no quiere decir lo que está diciéndome. Quiere que me vaya, que me aleje de ella, pero no lo va a conseguir. Hago de tripas corazón y voy hasta ella y la cojo las manos:

- Olga, yo te quiero- la verdad me empuja y me da fuerzas para seguir hablando- maldita sea Olga, creo que te quiero desde el momento en el que me salvaste la vida dándole a aquel tío en la cabeza con tu dichoso libro de física- se ríe pero las lagrimas han empezado a caerle por las mejillas. Animo Marcos- pero por el amor hermosos, me pasé quince días buscándote, preguntando por ti a todos los malditos gorilas de discoteca- cada vez llora más, pero al menos está sonriendo- te robé tu libro de física sólo para poder verte otra vez. Y encima me pasé una puñetera semana buscando un libro de física que pudiera gustarte- ahora el sollozo va acompañado de una carcajada- y bueno, también me subí a una mesa para demostrar que era un capullo y conseguí que todo un bar te aplaudiera, aunque con lo que has hecho esta noche creo que estás mas que acostumbrada- y ahora la parte más difícil- y el otro día...en los jardines, cuando me dijiste que no podíamos estar juntos...me rompiste el corazón. Por favor Olga, no te vayas-

Se ha lanzado a mi cuello y esta llorando contra mi hombro. Yo le paso el brazo por la espalda y la abrazo con fuerza. No quiero que se vaya. No quiero perderla. Nunca. Al final los sollozos se calman y Olga se levanta. El maquillaje está totalmente destrozado, pero con esa sonrisa que tiene está preciosa:
- Marcos, ahora no puedo abandonar el espectáculo ahora- lo sabía la temida contestación, mi corazón se hace pedacitos poco a poco...pero entonces..¿por qué sigue sonriendo?- pero en cuanto termine la gira Barekai, dejaré el circo y volveré a Madrid.

Ahora soy yo el que la abrazo con fuerza. Empiezo a reírme a carcajadas y no puedo parar. Soy podidamente feliz ahora mismo. Ella también se abraza a mí y se ríe. Al rato estamos los dos exhaustos. Nos duele la tripa de tanto reírnos y nos hemos quedado tumbados sobre la moqueta morada del camerino. Me giro para mirarla:

-¿cuándo acaba la gira?-
- En junio- se muerde el labio con cara de pena
- Eso es mucho tiempo...¿qué quieres hacer cuando dejes el circo?-
- Bueno, creo que haré selectividad e intentaré entrar en física. Me encantaría dedicarme a eso-
- Seguro que lo harás muy bien-
- ¿Tú estarás esperándome?-
- Todo el tiempo que haga falta. Ya te he dicho que te quiero, te esperaré- le acaricio la mejilla y vuelvo a mirar al techo para evitar que las lagrimas caigan.
- Marcos...-
- ¿Uhum?-

Vaya esta a menos de dos centímetros de mi cara. Parece que estoy mirando el mar en esos ojos. Podría perderme en ellos. Se agacha y me besa, lenta, suave y dulcemente. Cuando se separa apenas puedo respirar. Me mira de nuevo y me sonríe de lado a lado y mi corazón da un bote:

- Yo también te quiero-

El diario de Marcos: mi historia acaba aquí, pero nuestra historia, está aún por empezar. Puede que sea la historia de amor más rara que hayáis leído hasta ahora, pero os aseguro que merece la pena vivirla. Viernes 6 de Enero de 2008

Marcos


El diario de Marcos 31 de Enero

Olga

No sé por que le dije que si. No tendría que haber venido, así las cosas hubieran sido más fáciles, pero no pude decirle que no cuando me puso esa cara de pena...Pero él no sabe nada, y no puedo contárselo. Sería como traicionar a mis padres. Cuando les hablé de él me advirtieron, pero yo no les hice caso. Ya solo me queda una forma de contárselo. Agarro con fuerza el sobre en mi bolsillo. Esto debería aclararle todo. Ahí viene, tan sonriente como siempre. Dios, esto no tiene sentido. ¿Por qué tengo mariposas en el estómago y sonrío como una tonta cada vez que le veo?¿Por qué tengo ganas de verle?¿por qué me pongo roja solo de pensar en él? Y si él...mejor ni planteármelo, hoy será la ultima vez que nos veamos. No puedo llorar, está casi a mi lado...

***

Joder, joder, ¡JODER! Los hay tontos y luego estoy yo. Quedo con ella y encima llego tarde. ¡Pero es que las diez es muy pronto! Es sábado joder. Wow hoy lleva vaqueros y chaqueta. Y hasta parece que se ha maquillado un poco...Hoy es mi ultima oportunidad, tengo que decirle que me gusta, que la quiero. Llevo haciendo acopio de valor todo el tiempo ya tenía planeado todo lo que iba a decirle y como se lo iba a decir y ahora solo con verla ahí parada se me han roto todos los esquemas. Tendré que improvisar...

- Hey, hola, llego tarde, lo siento-
-  No pasa nada me gusta llegar siempre un poco antes-
- Bueno ahora en cuanto pueda volver a respirar te cuento mis planes ¿vale?- bufff me estoy haciendo viejo una carrerita de nada y ya me duele el pecho y me arden las mejillas. Vamos tío reponte- Vamos a ir para allá abajo- una bocanada más- ¿Has estado alguna vez en los jardines del Moro?-
- No, sólo he estado en esos que hay al lado del palacio-
- Bueno, estos están un poco más abajo son muy bonitos, te van a encantar-
- Pues entonces vamos-

Wowowowooooooooo!!! Me ha cogido de la mano y ha empezado a tirar de mi...aunque va en la dirección equivocada. Mujeres, nunca se orientan. La cojo del codo y tiro de ella hacia el otro lado. Vaya se ha puesto roja como un tomate. Vaya yo también...¡¿Y POR QUE NARICES ME PONGO YO ROJO?! Solo la he cogido del codo por dios. Tengo que decírselo pronto. Mierda, no puedo decírselo si me mira con esos ojitos de cordero degollado. Se lo diré cuando lleguemos al parque...

Genial idea la mía. Un jardín en invierno. Todo muerto. Muy listo, mini punto para Marcos...Hay que ser inútil. Ni se me había ocurrido que todo esto estaría muerto en febrero...Bueno, el punto a favor es que no hay nadie en el parque. Bueno si, un par de tíos paseando al perro y el típico friqui del footing que sale hasta en invierno. En fin daremos una vuelta

Después  de hablar un rato sobre el tiempo, lo bonito que le parece el jardin(gracias a Dios) y de lo bonitas que son las colas de los pavos reales, nos hemos quedado callados. Ella sigue mirando ensimismada los laterales del camino y yo mientras busco la forma menos brusca de decirle lo que estoy pensando. No me atrevo cada vez que quiero decirle algo me giro la miro y todo lo que sale de mi boca es un silbido horrible. Debe pensar que estoy como un cencerro. Los árboles del camino desaparecen y volvemos a estar en el camino principal. Ha empezado a nevar y tenemos el palacio real de fondo ella se ha parado y ahora da vueltas chillando como una niña pequeña con la nieve. Los copos de nieve se le quedan pegados al pelo y a las pestañas. Nunca he visto nada más hermoso. Sin pensármelo dos veces voy hacia ella y la cojo de los hombros y me mira desorientada. Lo que hago después solo se puede considerar como la mayor estupidez que se ha cometido jamás. Me agacho y veo como ella se pone muy roja de repente. No puedo besarla, si la beso la perderé para siempre. Así que la beso en la frente:

- Olga...sé que es estupido que casi no nos conocemos, pero...tu me gustas y me gustaría salir contigo- la voz me sale ahogada por que el nudo de la garganta casi no me deja hablar.

- No, Marcos tu no lo entiendes, esto no tiene futuro, dentro de una semana estaré muy lejos- está mas roja todavía y se nota que esta a punto de llorar.
- Olga, por favor...- Las lagrimas resbalan por sus mejillas y yo se las limpio con la mano. También tengo ganas de llorar.
- Lo siento, de verás que lo siento...- saca un sobre blanco y me lo entrega- ven aquí el viernes que viene, te lo explicaré todo.

Ya se ha ido. Ha salido corriendo en cuanto me ha dado el sobre. Y yo me he quedado ahí de pie con la nieve mojándome pero sin que me importe una mierda. Por que ella me ha dicho que no podemos estar juntos. Y por que siento tanto dolor en el pecho, que apenas me deja respirar. Creo que se me escapa una lagrima, o quizás solo sea un copo de nieve no lo sé. Abro el sobre blanco. Hay una tarjeta VIP y una dirección en la casa de campo. Debajo una fecha y una hora. Viernes 6 de febrero 18:00. La ultima vez que la vea seguramente.

Olga

Sigo corriendo. Se ha quedado ahí atrás sin decir nada. No podía seguir mirándole. ¿qué podía decirle?¿Qué me gusta?¿qué quizás le quiera?¿Y de que serviría eso? Dentro de una semana yo no estaré aquí y dentro de dos él se habrá olvidado de mi. No puedo estar con él, no forma parte de mi mundo, no podría entenderlo. Apenas veo por donde piso. Las lagrimas se mezclan con los copos de nieve y yo solo quiero seguir corriendo hasta que Marcos esté muy muy lejos, a miles de kilómetros y yo pueda volver a mi apacible vida y olvidarme de él. Para siempre....

El diario de Marcos 31 de Enero: He descubierto que el amor también duele y que cuando crees que lo tienes tan cerca, sale volando. Sin ganas de escribir más....

El Diario de Marcos 30 de Enero

-  Me encanta esta cafetería- esto es malo, mi patata acaba de dar un bote solo cuando se han encontrado nuestras miradas...- Cada vez que vengo a Madrid vengo aquí a desayunar-

- ¿Viajas mucho?-  es lo único que me ha salido, parece que las palabras se me atascan, como si fueran cacahuetes atravesado.
- Demasiado- hoy que lleva ropa de un color normal, negro, parece otra cosa. Esta...guapa- pero es lo que hay. He recorrido más de medio mundo con mis padres-
- Eso tiene que ser un asco. Nuevos colegio, nuevos amigos...bufff no te cansabas tanto trajín para aquí y para allá. Yo me volvería loco- bueno de hecho creo que ya lo estoy...

- No bueno, pasábamos muy poco tiempo en cada ciudad, apenas unos meses, así que mis padres no me llevaban al colegio. Me enseñaban en casa-
- Eso explica lo del libro de física...- ¡Mierda he pensado en voz alta!- Esto...yo no quería decir que seas...-
-¿Rara?- no hay ni pizca de enfado en su voz, más bien parece divertida- si, bueno mucha gente me llama así-
- A mi me pareces especial-

¡VALIENTE CHORRADA!¡¿por qué se me habrá ocurrido decir una cosa como esa?!Marcos, imbecil, imbecil, ¡¡imbeciiiiiiiil!!Vaya ñoñeria...y lo peor, ¿por qué me he sentido tan bien al decírselo? Ey...está sonriendo...y el sol le brilla en el pelo y se ha sonrojado un poco y bueno...creo que se me ha olvidado respirar durante un momento y juraría que los latidos de mi corazón se oyen en toda la cafetería de lo acelerado que está...¿Cómo me está pasando esto a mi?

-  Es una forma bonita de llamarme rara, pero bueno, al menos es bonita- ahora soy yo el que me pongo rojo...seré pringado...- Bueno, chico normal, que me dices sobre ti-
-¿Sobre mí? Bufff no mucho...Soy un tipo cualquiera. Yo no tengo nada del otro mundo-
- Venga, ¿y yo me lo tengo que creer?-
- Pos si, por que es lo que hay-
- ¿Quieres que me crea que ir vestido de mujer en Nochevieja es de lo más normal?- ay, esa me ha dolido, directa al corazón,
- Ey, eso no cuenta. Fue idea de un amigo-
- ¿Y tu haces caso a todo lo que te dicen? Que tío más soso-
- No, joder, en su momento me pareció interesante...ya sabes,¿que hombre no ha querido vestirse alguna vez de puta?-
- No sé...pensé que los tíos erais muy machos para esas cosas- No ha dejado de sonreír en ningún momento, que preciosidad.
- ¡Y lo somos! Por que una vez me diera por llevar tanga y vestirme de puta no significa nada-

¿No os ha pasado alguna vez que estáis hablando en un sitio donde hay mucho ruido y justo cuando soltáis la frase mas embarazosa es el momento en el que todo el mundo se calla?
Pues bien ha sido uno de esos momentos. Toda la cafetería se ha enterado de que lleve tanga y me vestí de puta. Incluso aquella camarera, Maria, ahora me mira desde el otro lado de la barra conteniendo la risa a duras penas. Últimamente podría escribir un manual de cómo quedar como un imbecil en menos de veinte segundos. Olga me mira desde el otro lado de la mesa con la mano puesta en la boca. Bueno, Marcos tío, tienes dos opciones o quedar como el imbecil que ya piensan que eres o hacer una jugada suicida que igual te ayuda a ganarla. A por todas tío. Me levanto. Todo el mundo sigue mirándome, ahora todavía más intrigado. Me pongo de pie encima de la mesa. Olga me mira sin entender nada. Con dos cojones macho, a por todas. Banzai:

- ¡Si señores!¡Iba vestido de puta en nochevieja con un vestido rosa de lentejuelas!¡y tanga!- algunos se echan a reír y otros murmullan mirándome como si estuviera loco. Y quizás lo este ¿no? Bueno, ya que más da- Si, y también estuve a punto de morir esa noche y...esta chica de aquí me salvó y por eso creo que se merece un gran aplauso-

Por un momento pensé que me iba a quedar solo aplaudiendo como un subnormal encima de la mesa, pero de pronto todo el local estalló en aplausos y pude bajarme de la mesa. El color de su cara era más que rojo e intentaba ocultarse detrás de la carta lanzándome miradas asesinas. Pero estaba sonriendo y eso, válgame la sota de oros, a mi me valía de sobra toda esa vergüenza.

-¡Estas loco!¡Que vergüenza he pasado! Quería que me tragara la tierra...- todavía sigue roja y mira el fondo de su vaso como si fuera lo más interesante del mundo. Es tímida y adorablemente vergonzosa. Ains, cada vez estoy peor, me dan ganas de darle un beso de lo guapa que está ahora mismo...Tranqui tío tranqui. Céntrate, la cabeza en el juego. Si consigues gustarle ya tendrás tiempo para esas cosas.

- Si, bueno, es que todavía me sentía un poco mal por como te traté aquella noche-
- Oye pues yo ya te doy por perdonado, no montes otra escenita por favor-
- Venga ya, si seguro que te ha gustado-
- No, no me ha gustado-
- Te estás riendo, y te estas poniendo roja, me estás mintiendo. En el fondo te ha gustado-
-  ¡Que no! He pasado mucha vergüenza...Aunque bueno ha estado bien-
- Ves te ha gustado. Yo gano-
- Vaaale, pero solo por el ridículo que has hecho que conste-
- Nada, si quieres vuelvo a hacerlo, seguro que están encantados de tener espectáculo gratuito- hago como que me levanto
- No, no por favor no lo hagas...-

Al intentar que no me levantara me ha cogido de la mano. Creo que mi corazón se ha saltado un par de latidos. Es creo la segunda vez que nos tocamos y bufff, cada vez que me toca siento un hormigueo por todo el cuerpo y me tiemblan las piernas y tengo ganas de besarla otra vez. Vaya, ahora ella se ha puesto roja otra vez, pero no me ha soltado. Me está mirando con sus ojazos verdes, como intentando leerme el pensamiento. Al final me siento y ella todavía tarda unos momentos en soltarme la mano. Nos quedamos callados, incómodos durante un momento. ¿Qué ha sido eso? Se ha quedado mirándome y sin soltarme y si...No, no nada de ilusiones Marquitos que nos conocemos. La chica se ha quedado tan atontada como tú ha sido solo eso.
El sonido del móvil hace que los dos demos un bote. Ella rebusca ansiosa en su bolso y luego me mira con cara de pena mordiéndose el labio:

- Me tengo que ir...-
- Trabajo ¿no?- intento sonreír aunque no quiero que se vaya
-Si, lo siento-
- No importa- claro que importa pero no puedo decirte que te quedes...-¿Nos vemos el viernes que viene?-
- El viernes que viene ya no estaré aquí- Se muerde el labio con más fuerza y parece que está a punto de llorar.
- Entonces...hay un sitio que me gustaría enseñarte antes de que te fueras- mi ultima oportunidad con ella- ¿Puedes quedar este sábado por la mañana?-

Se suelta el labio y mira durante un momento eterno el móvil. Vamos, di que si, por favor. Luego me mira y cruzo los dedos por debajo de la mesa:

- A las 10 donde tu quieras-
- La plaza de Oriente, al lado de la Opera ¿sabes donde está?-
- Si, allí estaré- me dedica una ultima sonrisa, un poco triste antes de irse.


El Diario de Marcos 30 de Enero: me preparo para mi ultima cita, cruzad los dedos por mi.

El diario de Marcos: 28 de enero

 

-         Llegas pronto- Tan simpática como siempre...

Pues claro que llego pronto llevo aquí desde las diez de la mañana por que no podía dormir con los nervios. De verdad ni que fuera un niño de tres años el día de navidad... y llegas tú y solo me dices eso. Si no fuera por que me has alegrado el día viniendo te habría soltado una bordería...niñata...

 

-         Bueno, llevo aquí un rato esperando-

-         Todavía no son las 11 así que no es culpa mía.- y encima prepotente

-         Ya ya tranquil tranquil-

-         Bueno, vayamos al grano- en serio cuando me miras con esos ojazos me dan ganas de achucharte...- ¿para qué querías quedar conmigo?-

-         Bueno...-mierda y eso que he tenido toda una semana para prepararme la excusa. Marcos tío, haz de tripas corazón y cuéntale la verdad- la verdad es que...- vamos animo Marcos- cuando me salvaste en nochevieja fui un poco borde y...quería darte las gracias de alguna manera-

 

AAAAAARGH. ¡No has sido capaz de decírselo!. Cobarde, cobarde cobardeeee!! De verdad hay que ser imbecil...aunque pensándolo mejor...si le suelto que la he estado buscando todo este tiempo y que no he dejado de pensar en ella...igual suena un poquito a acosador ¿no?.

 

-         ¿Un poco?- ha soltado ese enorme bolso encima de la mesa y la ha hecho temblar...pero ¿qué demonios lleva ahí dentro?- Fuiste un capullo- ha sacado una bolsa gigante de ositos de gominola y se los está zampando...- Yo estaba asustada voy te salvo la vida y tu encima me lo hechas en cara...-

 

Ha sido un acto reflejo, ni siquiera me he dado cuenta de por que lo he hecho. Estoy medio levantado cogiéndole la mano entre las mías. Bueno por lo menos he conseguido que deje de gritarme. Sus ojos se han abierto por la sorpresa y me miran sin saber que hacer. No sé como salir de este lio. Uy, se ha puesto roja como un tomate, debería soltarla.

 

-         Lo siento...esto, ha sido un acto reflejo- ¡¿y ahora por que me pongo yo rojo?!- y yo bueno...te he comprado esto para darte las gracias- por dios, que le guste

-         Yo no puedo aceptarlo-

-         Si, claro que sí, le salvaste la vida a un capullo, es lo mínimo que el capullo puede hacer por ti ¿no?- ¡ey! eso ha sido casi una sonrisa

-         Bueno, está bien...gracias- tengo el corazón en un puño  mientras abre el paquete.

 

Por favor que le guste... Veo como sus manitas abren con cuidado el paquete de papel de periódico y sacan con cuidado el libro. Oh, creo que he acertado, los ojos se le han vuelto a abrir como platos(como que no son ya lo suficientemente grandes) y coge el libro casi con reverencia.

 

-         No me lo puedo creer...¿cómo lo has sabido?-

-         Bueno un amigo me dijo que si te gustaba la física este libro te encantaría-

-         No sabes lo que he buscado este libro...¡Gracias!-

 

OH. Eso es una sonrisa de verdad. Cuando ha sonreído, de pronto me ha parecido la chica más guapa que he conocido. Huston, tenemos un problema...Bueno por lo menos con eso se ha relajado.

 

-         ¿Te gusta mucho la física?-

-         Si bueno es lo que me gustaría estudiar, pero con el curro que tengo es difícil ir a la universidad, así que estoy estudiando por mi cuenta-

-         Wow, eso es impresionante, a mi casi me tienen que obligar a ir a clase y sólo estudio el día antes del examen- vamos, que soy un universitario del montón- ¿y en qué trabajas para que no puedas ir a la uni?-

-         Eso no te lo puedo decir- uy se ha puesto muy serie de repente

-         ¿Qué eres la socia de James Bone?- ya se ha vuelto a relajar, está claro que el trabajo es tema tabú, habrá que apuntarlo

-         Buah, que te crees yo soy su jefa-

-         ¿Y es tan don juan como parece en las películas?-

-         Si y mucho peor- pipipipip. ¿Qué narices suena? Ah debe ser algo del interior del bolso de Marie Poppins. Un mensaje parece-

-         ¿Te requieren para salvar el mundo- vaya esa sonrisa ha sido muy distante...

-         Me tengo que ir...me llaman- ¿se va?¡pero si no han pasado ni diez minutos!- lo siento, ha sido un placer y...de verdad, muchas gracias por el libro, lo cuidaré mucho-

-         Lo mismo digo – la has tenido ahí Marcos, la has tenido así de cerca y al final nada. Ya se va. Se está disculpando otra vez. Puffff vaya basura, tanto buscar, tanto trabajo para encontrar al dichoso libro y no ha servido para nada ella se marcha...

 

Miércoles 28 de Enero: hoy he perdido a mi chica para siempre...las historias de amor no existen...

 

 

 

 

 

 

 

FIN

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

***

 

¡Bang!¿qué ha sido eso? La puerta de la cafetería se ha abierto de golpe y todo el mundo se ha vuelto para mirar. Una figura chiquitita y pelirroja viene andando a paso decidido hacia mi mesa. Tiene los mofletes colorados y se nota que ha estado corriendo

 

-         ¿Quieres quedar el viernes a la misma hora?-

-         Eh...- ¡¿HA VUELTO PARA PEDIRME UNA CITA?!- si, claro, me encantaría

-         Pues entonces el viernes a las 11- me ha sonreído, dios...- No te olvides ¿eh?

-         Descuida- ¿cómo me voy a olvidar de ti canija?

 

Si, gente, si. Yo que creía que lo tenía todo perdido vuelvo a entrar en el partido y encima ha sido ella esta vez la que me ha invitado. SI, SI, ¡SI!.

 

Miércoles 28 de enero: definitivamente hoy empiezo a creer en mi buena suerte!. ¡Cruzad los dedos por mí!

 

 

 

 

El diario de Marcos: 21 de enero

 

Bueno, ya me he tomado tres cafés, cuatro coca colas, dos botellas de agua y dos palmeras de chocolate. Que queréis que os diga si no quería que el de la cafetería me echara por tenerle ocupada una mesa toda la mañana algo tenía que hacer. Si, por supuesto que estoy en la cafetería esperándola. ¿Lo dudabais?. Tengo aquí el dichoso libro con la tapa arreglada. Antes de puro aburrimiento se me ha ocurrido ojearlo y bueno, si estuviera escrito en chino lo entendería mejor. Habla de cosas tan extrañas como las longitudes de la ondas, movimientos armónicos, momentos de los objetos...galimatías, vamos. Miro otra vez el reloj. Ya son más de las once...quizá debería irme...NO MARCOS NO, si ya has aguantado tanto espera un poco más. Tienes como rehén al libro, volverá a por él. La camarera se acerca y me recoge el vaso vacio de la mesa. Se llama Maria, y la verdad es que tiene un par de...esto, es una chica muy maja. He estado hablando antes con ella. Está en la uni, curra aquí para sacarse unas pelillas. Va vestida de arriba debajo de negro, gotiquilla supongo, pero con unas medias de leopardo azules muy, pero que muy interesantes. MMMMMM me encanta cuando las tias hacen eso. Te miran desde abajo, te sonríen y luego se dan la vuelta para que puedas ir mirándolas el culo...Marcos, ¡Marcoooos!¡Conceeeentrate tiooo! No has venido a buscar un rollo cualquiera, no, has venido a buscar a una tia que casi no conoces, quien posiblemente te odie y que seguro que no aparecerá...Bueno, visto así igual debería pedirle el numero a la camarera. Bueno, me termino la coca cola y si para entonces la pelirroja no ha venido le pido el telefono a la camarera, o mejor, espera, mejor la invito a tomar algo después del trabajo, ya sabeis, al excusa de siempre “que si has sido muy maja conmigo...” que si tal que si cual. El mismo truco de siempre. Ya me estoy relamiendo, esta piva tiene pinta de estar muyyy rica:


-         Vaya, veo que ya le has echado el ojo a la camarera – casi hago el sifón con la coca cola del susto que me dio- creo que entiende así que no te hagas muchas ilusiones-

Bueno hoy llevaba el pelo recogido y solo se le escapaban algunos mechones por la frente. Con el pelo recogido ya no parecía tan pequeña, debía tener mi edad más o menos. Eso si ahora sus ojos parecían más claros y más grandes.


-         Has venido...yo creí que no vendrías-

-         Claro, tienes mi libro- claro, solo ha venido por el libro – bueno, que, ¿me lo vas a devolver?

-         Si, espera ahora te lo doy...pero tienes que decirme como te llamas-


Me lo he jugado todo a una carta, pero así por lo menos tendré alguna pista. No parece muy confiada. Se lo está pensando, mierda, es no es bueno.


-         Bueno si no, me conformo en que quedemos aquí otro día ...o en cualquier otro sitio- Buff más vale que merezca la pena este mal trago...

-         Está bien -¿Ha aceptado?- El miércoles que viene, aquí, a las 11-


Se levanta para marcharse con el libro en ristre. Entonces se da la vuelta y me mira como dudando un segundo. Está acariciando las tapas del libro. Se está pensando algo...no, por favor que no se arrepienta. Al final me mira y esos ojos grandes y verdes me dejan KO.


-         Me llamo Olga-

-         Marcos. Encantado-

Tiene la sonrisa más bonita que he visto. Olga. Ya tengo un nombre y una cita. Esta marcha señores, ya estoy un poquito más cerca de ganármela. Esperad y veréis chavañes!!


Miércoles 21 de enero: soy un crack ya casi la tengo en el bote!

 

El diario de Marcos: 13 de Enero

 

Hay días que me gustaría borrar para siempre y este es uno de ellos. Y por si alguno de los que me está leyendo ahora es supersticioso le diré que sí, es martes 13...y mira que me lo ha advertido veces mi abuela: “Hijo, los martes y trece no puede salir nada bien, así que ni te molestes”. Pero yo nada, empecinado en mi estúpida cabezonería. ¿Qué por qué he hecho oídos sordos a mi abuela?. Por Ella. Si, para los que ya no os acordéis, es aquella pelirroja canija que, por decirlo de alguna manera, me sacó de un buen aprieto. Si, vale, vale, lo reconozco me salvó la vida dándole a aquel drogata con su enorme bolso en la cabeza. Si, la misma que después me echo en cara a gritos que por mi culpa se había roto su estúpido libro. Y bueno, desde el momento en que se marchó a toda prisa y refunfuñando no me la he podido quitar de la cabeza. Patético ¿verdad?. Han pasado quince días desde ese “curioso” encuentro y la he buscado por todas partes. El día dos, cuando se me hubo pasado la resaca de nochevieja, salí a buscarla. Recorrí toda la zona alrededor del maldito callejón e incluso pregunté a todos los porteros de los garitos cercanos. Pero todo lo que conseguí fueron miradas amenazadoras y gruñidos de gorilas de discoteca. Luego tuve la genial idea de pasearme por las calles a ver si la encontraba por casualidad, pero nada, absolutamente nada. A esa criaja se la ha tragado la tierra.

Ya estoy harto, soy gilipollas. No es tan fácil encontrar a alguien que sólo has visto una vez y quien ni siquiera sabes como se llama o donde vive. Me rindo. Estoy tan harto que me siento en los escalones de un portal. Clak, clak, clak. Una vieja bruja de esas que van siempre con un chucho canijo y con muy malas pulgas se me queda mirando con desprecio. Me dan ganas de dar un salto y ladrarla, pero eso seguro que no acabaría bien. O acabaría golpeado por ese bastón que tiene en la mano o en comisaría...y ninguna de las me apetece. Me rindo. Hundo la cabeza en las manos. Este día es lo peor. Estoy sentado en un portal ruinoso requetepintado de graffitis como una imagen deprimente y hundida. Clak, clak, clak. ¿Y ahora que?¿otra vieja bruja?¿Un travelo?


-         Oye...¿te encuentras bien?- Unos zapatos ridículamente pequeños se han parado delante mio. Reconozco esa voz...lleva otra vez una camiseta horrible de color vomito de gato. Los rizos ensortijados le caen al agacharse y esos hojos verdes, demasiado grandes, me miran preocupados.

-         ¡Eres tú!- es todo lo que me sale en este momento


Me mira asustada, luego confundida y de repente es como si se le hubiera encendido la bombilla. Tuerce el gesto y sus ojos empiezan a echar chispas:


-         Tú eres el imbecil del otro día,¡ el que iba vestido de travesti!- de puta concretamente, pero eso da igual. ¡Te he encontrado!. ¿Y que narices busca ahora en ese bolso gigante?- Tú...por tu culpa mi libro está roto-


Me pone la portada tan cerca que casi no me deja leer...fí...si...ca...¡¿FÍSICA?!.¡¿ Lleva un jodido libro de física en el bolso?! No me lo puedo creer...si, vale, es un dicho popular que en el bolso de una mujer puede haber cualquier cosa, pero...¿un libro de física?. Mierda, ha seguido hablando y no me he enterado de lo que ha dicho...


-         ...Así que por mí que te zurzan, llegó tarde al trabajo- al darse la vuelta su pelo me azota la cara...dios...y encima huele taaaaan bien...¡¿QUÉ?! espera, espera...¿se va?...¿con lo que me ha costado encontrarla? No voy a permitirlo...Vamos Marcos piensa...El libro.


No he pensado mucho lo que estaba haciendo, pero es que no podía dejar que se fuera ¿vale?. Me he abalanzado sobre ella y la he quitado el libro. Ups, igual no ha sido del todo una buena idea...


-         Esto...quiero arreglarlo...como forma de darte las gracias- Que estupidez más grande acabo de decir...no se me ha ocurrido nada mejor


Uy. Está buscando algo en el bolso...seguro que hay dentro le cabe hasta un rifle...bueno por lo menos me va a matar ella...Ey, eso no es un rifle, es un boli...¿me va a matar con un boli? bueno, después de lo del drogadicto no hay nada peor. Hoy al menos no voy disfrazado de puta...¿La mano?¿me lo va a clavar en la mano? No, me está apuntando algo...


-         Suelo estar ahí todas las mañanas, cuando lo arregles llévalo allí-


No me ha dado tiempo a reaccionar y ya se marcha. Tengo su libro y sé donde encontrarla. Empiezo a dar saltos y a dar chillidos. La vieja bruja de antes al verme acelera el paso y casi echa a correr arrastrando a su chucho sarnoso por la correa. Ahora me dan ganas de besarla de lo contento que estoy. Al fin y al cabo he encontrado a mi chica...aunque no sé como se llama...¡pero eso da igual! En vez de a la vieja le planto un beso al libro. Gracias amiguito, te debo una muy grande. Me voy a casa aún silbando y dando saltitos.


Martes 13 de Enero. Que te den mala suerte, hoy no has podido conmigo. ¡He encontrado a mi chica!

 

El diario de Marcos: 1 de enero

Bueno, creo que esta es la forma más ridicula de morir de la historia. Un tio yonki borracho como una cuba me esta axfisiando con una muleta. Yo vengo de una fiesta y también he bebido más de la cuenta. Para más información llevo puesto un vestido de lentejuelas rosas y unas medias con liga. Llevo pintada la cara como una ramera barata y...si, soy un hombre. Por supuesto que no soy travesti, solo imbecil. Cuando un amigo sugirió ir a la fiesta de fin de año vestidos de furcias, la idea me pareció el mejor sinónimo para una fiesta orgásmica. Y realmente lo habría sido, si no se me hubiera ocurrido salir a airearme por el callejón de atrás. El resto es la historia típica. El tio me hecha un par de piropos le digo que soy un hombre, pero como está borracho no le importa y luego cuando me quiero dar cuenta me ha tirado al suelo envalentonada por el alcohol. Cuando consiguió meterme mano mientras me inmovilizaba con una muleta, se dio cuenta de que realmente era un hombre y se enfado. Mucho. Así que aquí estoy yo, medio borracho, vestido de puta y dejando que un yonki borracho me ahogue. Así que creedme cuando os digo que es ridiculo. Uf, ya empiezo a ver lucecitas de colores, parece que el hombre este va a conseguir su proposito y yo voy a morir de la forma más cutre que podría imaginar...ya no veo nada todo se ha vuelto negro...la sangre me retumba en los oídos...y el suelo desaparece bajo mis pies...y luego la presión en el cuello desaparece después de un golpe...y para morir respiro...UN MOMENTO....¿Estoy respirando?. Abro los ojos a duras penas. El yonki está tirado a mi lado, completamente KO. De pie hay una chica con aspecto de ratita que sostiene un bolso enorme. Mira asustada al hombre y luego mira a sus manos. Luego me mira a mi y su cara es el vivo retrato del pánico:

- Yo...esto...yo...quería ayudarte- tartamudea

El oxigeno llega lentamente a mi cerebro y me cuesta bastante entender la situación. Desde luego no estoy muerto...y si lo estoy la muerte es peor de lo que me habían contado. No hay angelitos recibiéndome, solo un drogata inconsciente a mi lado y una conejita asustadiza temblando. Lo de la paz eterna tampoco suena my verídico, por que los malditos  tacones siguen haciéndome daño y el tanga se me sigue metiendo por el culo(si, llevo tanga...otra idea genial de mi amigo). No, definitivamente no estoy muerto, así que esta ratita asustada debe haberme salvado la vida. La miro otra vez de arriba a abajo. Lleva un vestido  de un color indescriptiblemente feo que encima le queda dos tallas más grandes. El pelo rojizo y rizado se le pega a la cara por el sudor y los ojos, demasiado grandes y verdes, están completamente abiertos sin comprender muy bien lo que pasa. Para nada el tipo de chica que te gustaría que te rescatase, si es que te gusta que las chicas te rescaten, por que a mi no me gusta nada. Pero en fin, yo voy vestido de zorra, ¿qué puedo decir?. Me pongo en pie tambaleante y me vuelvo a caer por una malévola acción de los tacones. La chica me observa aún con los ojos desorbitados. Tiro los zapatos a una esquina y me pongo en pie. La saco al menos un par de cabezas. Ella alza la vista. Ya se ha recompuesto un poco y sus ojos ya no parecen tan grandes, de hecho se refleja en ellos una pizca de orgullo infantil. Frunce el ceño y me mira de soslayo:

- Por lo menos podrías darme las gracias ¿no?- su tono de superioridad me saca de quicio y no puedo evitarlo.

- Me las iba a arreglar muy bien yo solito, nena- su cara se enciende cuando la llamo nena pero no retrocede ni un paso, de hecho se alza de puntillas para mirarme a los ojos.

- Eres un maleducado y un desgradecido, aparte de un gilipollas- sus ojos verdes chispean y soy yo el que retrocedo- la proxima vez no me molestaré en ayudarte imbecil- rebuscó en su enorme bolso y sacó un libro del tamaño de una enciclopedía- por tu culpa le he roto la portada a mi libro y él, está claro, vale bastante más que tú-

Y se fue. Me dejo allí plantado con mi vestido de lentejuelas rosas, mirándo como su pequeña figura se alejaba a paso decidido por el corazón. Y allí empezó la historia de amor más extraña que yo haya vivido jamás. Por que no dudeis ni por un instante que mi corazón se fue detrás de esa pelirroja canija. Fue algo parecido al amor a primera vista. Desde aquel ridiculo momento no pude dejar de buscarla y bueno...digamos que no fue facil, pero esto lo averiguareis vosotros mismos si seguís leyendo¿no?.

Día 1 de enero del 2009, es decir el fatidico día, en que yo, Marcos, me enamore de una completa desconocida